Los impactos del cambio climático experimentados en la cuenca muestran la necesidad en primera instancia de identificar los centros poblados, las comunidades agrícolas y pecuarias que tenga elevados niveles de riesgo climático ante la amenaza escasez de agua y exceso de agua, para poder sugerir al Plan Director de Cuenca (PDC) la inclusión de actividades de adaptación al cambio climático. El descrito proceso se lo conoce como evaluación del riesgo climático, el cual se aplicó en la cuenca usando la metodología desarrollada por la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH, en el documento titulado Evaluación de Riesgo Climático para la Adaptación basada en Ecosistemas: Una guía para planificadores y practicantes.