En las últimas dos décadas, el Valle Central de Tarija ha experimentado un rápido crecimiento urbano, lo que ha generado problemas en la gestión del agua sin que se encuentren soluciones efectivas. La falta de herramientas adecuadas para una gobernanza hídrica eficiente se refleja en la proliferación incontrolada de sistemas de distribución de agua potable y riego, la falta de planificación en los proyectos de aprovechamiento y la escasa implementación de sistemas de tratamiento de aguas. Esto no solo provoca una creciente contaminación, sino también un desperdicio de agua tratada que podría utilizarse para riego.